miércoles, 15 de febrero de 2023

Bloqueo - Maikel Sofiel Ramírez Cruz

 

Bloqueo

 

Mi libro de cabecera es un revólver y quizá alguna vez al acostarme, en vez de apretar el interruptor de la luz, distraído, me equivoco y aprieto el gatillo.

Jacques Rigaut.

 

Continúa pensativo frente a la página en el procesador de texto en el ordenador. Han pasado meses desde que escribió el último relato que valiera la pena. Lleva semanas sin dormir y bebiendo lo que consigue. Ya no queda nada de valor en su poder que pueda vender o empeñar, sólo la vieja computadora que lo acompaña desde sus días de gloria. Acaricia levemente con los dedos húmedos el teclado una y otra vez. Se detiene y observa un antiguo retrato donde sonríen abrazados una mujer y un hombre. Se rasca un instante la barba descuidada y gris. En el cenicero arde un cigarrillo que se acaba, una breve columna de humo se desliza hasta la ventana y se pierde hacia el infinito.

La habitación es un caos: hay ropa dispersa por todas partes, botellas de ron vacías, y algunas latas de cerveza. La cama está deshecha y sucia, sobre ella descansa una mujer, boca abajo y desnuda, profundamente dormida.

Él desvía la mirada del retrato y vuelve a la pantalla, a la página en blanco. Enciende otro cigarro que enseguida deja en el cenicero y comienza a escribir ágilmente, con la habilidad inherente a los grandes escritores, o con la prisa de quien conoce ya su destino. Sobre el escritorio hay una Biblia entreabierta, y sobre ella una navaja ensangrentada. En el suelo un charco de sangre crece lentamente y humedece sus pies descalzos. El sonido de los dedos sobre el teclado se hace cada vez más lento y lejano. Mi esposa despierta y grita espantada al verme reposando al fin en paz sobre mi propia sangre.

 



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