Ahora al día; genio literario, tú estás en el salón de artes. Allí te hallas sentado en un
pupitre blanco. Por inspiración, comienzas a escribir unos versos sobre las hojas del
cuaderno, vas trazando las palabras bonitas. De a poco, te adentras en la imaginación. Entre
los instantes, poetisas a un espíritu fiel, lo recreas brillante porque percibes su bondad. A
evanescencia, lo realzas entre un jardín con duendes morados y precisas su estampa clásica,
porque este ser es Hans.
De más en lo personal, te asemejas a este gran literato. En vida, te irradias como aquel
mismo hombre de las fábulas. Lo sabes delgado, parejo a tu cuerpo presente. Su piel, ves
mielosa así como la tuya, tus cabellos son ondulados, tal como los suyos. Bien y claro, su
rostro, se configura elegante con el tuyo y ambos son de rasgos finos y suscitan al noble
humor, propio del arte.
Debido a este géminis, te alegras y deslumbras tu esencia en sus iris mágicos, mientras
a lo genial, presientes su espíritu luminoso, fundido al tuyo. Tu ser vuela entonces desde
adentro hacia las afueras fascinantes. Te descubres en el mundo de la poesía así como Hans
descubre a su poesía en ti y por esta sorpresa tan bella, sobrecoges con euforia al artista y a
lo maravilloso, sublimas su aura en el lienzo, tal cual como la tuya, Hans.
RUSVELT NIVIA CASTELLANOS
ARTISTA DE COLOMBIA
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