Por Federico Ambesi
Houellebecq es, dentro de la literatura
contemporánea, un exponente de los más destacados. Atrevido a todo, no teme
plasmar en sus obras temas que chocan al sentido común, lo cual le ha valido
acusaciones sobre racismo y homofobia, entre otras. Mucho más que una moda,
Houellebecq es un escritor de peso, tal vez no tanto por la estructura de sus
obras, que suelen repetir temáticas y hasta personajes, sino por la profunda
observación que se ve en sus escritos, ya sea ficcionales o no, sobre la
sociedad, los sentimientos y el derrotero del mundo.
Desde 1994 hasta ahora, Houellebecq
viene dando qué hablar. Su fama no ha sido interrumpida desde que ganó un
premio por “Ampliación del campo de batalla”, y se prolongó con aquel hecho
fatídico que involucró al islamismo y la revista Charlie Hebdo, justo
cuando se publicaba su novela “Sumisión”. Pero hay mucho más para decir de este
novelista, ensayista y poeta francés. Y es que, como adelantamos, lo que
Houellebecq hace es exponer los males del mundo, su decadencia, pero al estilo
de los viejos alemanes, sino desde la ironía, la cotidianeidad y a partir de
personajes misántropos, desganados, sumidos en una suerte de pulsión de muerte
que les atormenta a lo largo de toda la trama.
“Ampliación del campo de batalla”, su primera novela publicada, no teme recrear escenas que hoy pondrían los pelos de punta a cualquier movimiento feminista: En una escena, el protagonista, borracho luego de una noche en un boliche, literalmente alienta a un compañero de trabajo a que asesine a una mujer para poseerla. Cuando éste le responde que matará a la pareja de la joven, el personaje principal afirma que su compañero “no había entendido nada”. Así comienza la carrera de un hombre polémico, ácido, que no teme decir lo que piensa y sabe cómo hacerlo ¿Es un misógino? No lo sabemos, lo que hace este autor es, simplemente, transmitir lo que sucede, ir al lado más visceral de las cosas y meterlo en la trama. Como observador de la sociedad, Houellebecq se lleva las palmas, lo hace con una fiereza análoga a Bukowski, pero de un modo más palpable, más europeo, que llega a tocarnos o a hacernos decir cosas como “conozco a un tipo así”, o, “esas cosas podrían pasarme a mí también”. Otro aspecto de su literatura, también presente en su primera novela, está relacionado al modo de escritura. No vamos a toparnos con enredaderas de palabras, mucho menos con convencionalismos literarios; Houellebecq tiene su modo particular de escribir, el cual, al mismo tiempo, forma parte de una nueva corriente literaria, mucho más relajada en cuanto a recursos pero más profunda en contenido. De nuevo, si vale la comparación, es lo que sucedía con Bukowski; había una mirada de la sociedad, una forma de decir las cosas que, de algún modo, obligaban a cierta simpleza. El decorado, como él mismo dice en su libro “Poesía”, debe ser visto por detrás del verdadero significado de las cosas.
Sin más que agregar (este es el
estilo Black Fish), invitamos al lector a conocer la obra de este autor para
sacar sus propias conclusiones.
Bibliografía
Novelas
Ampliación
del campo de batalla – 1994
Las partículas
elementales – 1998
Lanzarote
– 2000
Plataforma
– 2001
La
posibilidad de una isla – 2005
El mapa y
el territorio – 2010
Sumisión
– 2015
Serotonina
– 2019
Aniquilación – 2022
Otros
géneros
H.P. Lovecraft. Contra el mundo, contra la vida 1991
Seguir vivo 1991
La Poursuite du bonheur (La Poursuite du bonheur, 1992),
poemas.
La Peau (La Peau, 1995), poemas, libro artístico con
Sarah Wiame.
La Ville (La Ville, 1996), poemas, libro artístico con
Sarah Wiame.
Le Sens du combat (Le Sens du combat, 1996)
El mundo como supermercado (Interventions, 1998
Renacimiento (Renaissance, 1999), poemas.
Supervivencia (Rester vivant, Le sens du
combat, La poursuite du bonheur, 1996/97), poemas.
Poesías (Poésies, 2000), reúne los cuatro poemarios
anteriores a la publicación de este.
Enemigos públicos (Ennemis publics, 2008), intercambio de
correos electrónicos con Bernard-Henri Lévy.
Interventions 2 (Interventions 2, 2009), artículos.
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